"Las inequidades provocan una enorme mortandad, según el informe de una Comisión de la OMS
28 de agosto de 2008
GINEBRA -- El niño que nazca en un determinado barrio de Glasgow (Escocia) probablemente viva 28 años menos que otro que nazca sólo a 13 km de distancia. La niña que nazca en Lesotho probablemente viva 42 años menos que la que nazca en el Japón. En Suecia, el riesgo de que una mujer muera durante el embarazo o el parto es de 1 por cada 17 400; en el Afganistán es de 1 por cada 8. La biología no explica esas cifras. Antes bien, las diferencias entre países, y dentro de un mismo país, son consecuencia del entorno social en que las personas nacen, viven, crecen, trabajan y envejecen. Esos «determinantes sociales de la salud» han sido objeto de investigación durante tres años por un grupo de destacados rectores de políticas, docentes, y antiguos jefes de Estado y ministros de salud, que integran la Comisión sobre Determinantes Sociales de la Salud, de la Organización Mundial de la Salud. La Comisión presenta hoy sus conclusiones a la Directora General de la OMS, Dra. Margaret Chan.
Enlaces conexos
Resumen analítico del informe final
«(La) nefasta combinación de políticas y arreglos económicos deficientes y una mala gestión política es responsable en gran medida de que la mayoría de la población del mundo no goce del grado de buena salud que sería biológicamente posible», sostienen los miembros de la Comisión en Subsanar las desigualdades en una generación: Alcanzar la equidad sanitaria actuando sobre los determinantes sociales de la salud. «La injusticia social provoca la muerte de un número enorme de personas.»
«La inequidad sanitaria es verdaderamente una cuestión de vida o muerte», ha declarado hoy la Dra. Chan, acogiendo con agrado el informe y felicitando a la Comisión. «Pero los sistemas de salud no tenderán espontáneamente hacia la equidad. Se precisa de un liderazgo sin precedente, que obligue a todos los actores, incluso los ajenos al sector de la salud, a examinar sus repercusiones en la salud. La atención primaria de salud, que integra la salud en todas las políticas gubernamentales, es el marco idóneo para ello.»
Sir Michael Marmot, presidente de la Comisión, afirma que «un elemento central de las recomendaciones de la Comisión es que se creen las condiciones para que la población se emancipe, tenga libertad para vivir una vida próspera. En ningún aspecto destaca más esa falta de emancipación que en las difíciles condiciones que soportan las mujeres en muchas partes del mundo. Y la salud se resiente en consecuencia. La aplicación de nuestras recomendaciones mejoraría espectacularmente la salud y las posibilidades de vida de miles de millones de personas».
martes, 2 de septiembre de 2008
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario